Pensamiento político de María Fernanda Espinosa

Discurso de la Ministra María Fernanda Espinosa

38° Aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista

Managua, Nicaragua, 19 de julio de 2017

Saludo Compañero Presidente Daniel Ortega, compañera Vicepresidenta Rosario Murillo.

Querido y digno pueblo nicaragüense.

Traigo un saludo cariñoso y un mensaje de paz del Presidente Lenín Moreno Garcés y del pueblo ecuatoriano.

Qué honor compartir hoy con ustedes, este trigésimo octavo aniversario del triunfo histórico de nuestra querida Revolución Popular Sandinista.

Esta revolución es símbolo de esperanza y alegría para toda nuestra América. Gracias por esta invitación, amigo presidente y comandante Daniel Ortega.

También traigo un saludo para los queridos líderes y liderezas de nuestra América y de los movimientos sociales progresistas de América Latina y del mundo, presentes, en esta hermosa tierra de Sandino -el general de hombres libres-.

Lo que nos une.-

Nuestros pueblos, de Nicaragua y Ecuador, comparten una historia común en la lucha incansable por la independencia, la autodeterminación y la soberanía. Una lucha por la solidaridad y la unidad de Latinoamérica, por la unidad histórica que nos hermana como pueblos.

Recordemos que nuestro Eloy Alfaro -el viejo luchador- líder de la revolución liberal de 1895 en Ecuador y referente de nuestra Revolución Ciudadana, recibió en la ciudad de León, el grado de general de división del ejército de la República de Nicaragua, el 12 de enero de 1894. Este fue el único reconocimiento jerárquico militar que aceptó en vida.

Ese espíritu de libertad y justicia de Alfaro, y del general Sandino, son referentes para las revoluciones progresistas de nuestra América Latina.

Así como el pueblo generoso de Nicaragua reconoció el honor y la pasión libertaria de Alfaro, hoy, en nombre del pueblo ecuatoriano, rendimos homenaje a la valentía de todos los hombres y mujeres que han construido a lo largo de décadas, esta Revolución Sandinista y que hoy está más viva que nunca.

Su revolución, también es nuestra, porque nos ha inspirado en los tiempos de resistencia popular, como en estos tiempos en los que el poder está al servicio del pueblo.

Hace 38 años triunfaron los patriotas revolucionarios del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Rompieron así décadas de opresión, derrocando a la dictadura de los Somoza y todo lo que representaba.

En este triunfo revolucionario se unieron todos los sueños y las luchas, que querían poner fin a un régimen de opresión y miseria.

Esta Plaza representa la liberación popular de nuestra querida Nicaragua.

Esta revolución marca un hito en la historia del continente y del mundo. La revolución nicaragüense es ejemplo de lucha permanente, de saber comprender los tiempos y adaptarse al mandato popular.

Esta revolución permitió que América Latina siga soñando y construyendo el sendero de libertad para poner fin a sistemas sociales excluyentes y concentradores.

¡Esta revolución que continúa fuerte y vigorosa, ha cambiado el rostro y el espíritu del pueblo nicaragüense!

Su lucha, queridos compañeros y compañeras, generó un gran movimiento de solidaridad por toda América Latina y el mundo.

En Ecuador se conformaron “Comités de Solidaridad con Nicaragua”, organizados por jóvenes, estudiantes, maestros, trabajadores. Todos apoyando la lucha popular.

Por eso, su triunfo fue también nuestro triunfo, porque la esperanza se hizo realidad. Lecciones de la revolución sandinista

Nicaragua superó todas las acciones desestabilizadoras y bloqueos, gracias a la voluntad popular, gracias a sus líderes y liderezas.

Con visión y tenacidad, han logrado grandes transformaciones políticas, económicas y sociales, que lo han convertido en uno de los países más equitativos de la región. Esto es producto de la unidad.

Toda revolución es producto de la unidad del pueblo. Unidad de principios, unidad fundamental para alcanzar el bienestar de todos y todas. Unidad que significa soberanía en las decisiones. Unidad para transformar el campo. Unidad para ejercer soberanía sobre los recursos naturales.

Querido comandante Daniel Ortega, Presidente de esta Patria Soberana, querida vicepresidenta, ustedes han sabido conducir a su pueblo hacia el bienestar y la justicia social. Son 10 años de victorias para el pueblo nicaragüense.

También para Ecuador han sido 10 años de revolución. Nuestra Revolución Ciudadana. En las pasadas elecciones de abril, logramos la décimo cuarta victoria electoral con el Presidente Lenín Moreno Garcés. Esto demuestra que la teoría del fin del ciclo progresista, era eso, solo una teoría, superada por la voluntad y la decisión popular de luchar por una América Latina justa, libre y soberana.

Las revoluciones tienen referentes para los pueblos. La nicaragüense, nos devolvió la fe al ver a miles de jóvenes movilizados hasta los lugares más recónditos del país, en una “Gran Cruzada Nacional” contra el analfabetismo. Fue inspiración para el continente.

Otro referente es el modelo de seguridad ciudadana, que logró superar las grandes heridas que dejó una guerra civil. Sus políticas de seguridad ciudadana, organizadas alrededor de la prevención y la participación comunitaria, son experiencias de las que debemos aprender. Los “Gabinetes de la Familia” constituyen un ejercicio de la participación que rescata los valores de la convivencia comunitaria y que fortalecen la responsabilidad ciudadana. Reconocemos sus avances en la participación política de las mujeres.

No pueden haber sociedades justas, sin igualdad y equidad de género. Nuestros pueblos serán mejores, con liderezas comprometidas con la justicia. Reconocemos la trayectoria histórica de la querida compañera Vicepresidenta Rosario, su presencia sin duda profundiza la equidad de género en Nicaragua. Ustedes son ejemplo de que se puede romper ese círculo de la injusticia, incluyendo la salarial, entre hombres y mujeres.

No podemos ser una de las regiones más ricas del mundo, pero a la vez la región con la mayor desigualdad en el planeta. Es una vergüenza, que nos exige mayor consecuencia con nuestros pueblos. Esta es la razón de ser de nuestras revoluciones. Poner fin a siglos, a décadas de exclusión, de miserias e injusticias.

Nosotros consideramos que un país y un gobierno responsables deben cuidar a sus ciudadanos toda una vida. Por eso el Presidente Lenín Moreno impulsa el Plan Toda una Vida, que protege los derechos humanos de las personas desde su nacimiento, con educación, salud, vivienda, empleo, recreación y deporte.

Para nuestro gobierno, la inclusión es una prioridad. Para esto contamos con las brigadas “Las Manuelas”, que recorren el país no sólo atendiendo a las personas con discapacidad, sino también en campañas para erradicar la violencia contra las mujeres y el consumo de drogas. Así el Ecuador hoy cuida a sus ciudadanos, toda una vida.

Llamado a la unidad latinoamericana

Querida Nicaragua, en América Latina los valores y principios del progresismo, están más vigentes que nunca, porque se inspiran en las luchas de quienes nos antecedieron. Las acciones ejemplares de próceres como Larreynaga, Ruiz Romero, Morazán, Bolívar, Sucre y Martí, nos conducen a puerto seguro.

La lucha anti-imperialista, con héroes como Sandino, Rubén Darío, el Che Guevara, el comandante Fidel Castro, el obispo Oscar Arnulfo Romero, y el comandante Hugo Chávez Frías, nos recuerdan que todo revolucionario construye el futuro, que es ahora.

Nuestros gobiernos han revolucionado la democracia, con la voluntad popular expresada en las urnas.

Hemos devuelto la ética a la política.

Tenemos democracias sólidas, pero debemos defenderlas de quienes atentan contra el orden constituido. Hoy, en esta celebración, convoco, queridos compañeros y compañeras, a la unidad latinoamericana, que es la mayor garantía para no volver al pasado.

Debemos trabajar juntos, para fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

La unidad de América Latina y del Caribe, es la unidad de la justicia contra la pobreza y la miseria.

Despedida

Querido pueblo de Nicaragua, la lucha continua. Jamás permitamos que el pasado regrese.Nos merecemos el futuro ahora, por nuestros hijos e hijas, por nuestros padres y madres, por nuestros abuelos y abuelas.

Nos merecemos el futuro ahora, por todos aquellos que vendrán y que se merecen un mundo mejor.

Por todos ellos, seguiremos luchando. ¡Viva la Revolución Sandinista! ¡Viva la unidad de América Latina y del Caribe.

Gracias.

 

Nota: El texto de este artículo fue tomado del siguiente enlace de la Cancillería ecuatoriana:

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